Lo que ocurrió en realidad


Tunguska, la puerta dimensional

 Por Héctor Rivara

 “porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso:  ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios”

Los códices antiguos de la Biblia nos cuentan de una gran batalla en el cielo cuando Satanás y sus ángeles no continuaron existiendo en el reino espiritual, y fueron arrojados a la tierra. [1]
Esto de acuerdo a la Profecía de Daniel sucedió entre los años 1871 y 1913, que son los años en los cuales los antiguos siervos de Satán se preparaban para su arribo. En esos años, (Link) decenas de hombres que hoy conocemos como brillantes científicos en todas las ramas del conocimiento, cuentan en sus biografías haber concebido sus hallazgos en sueños, visiones o a través de contactos extraterrestres. 
Uno de ellos Nikola Tesla (Link) construyó una torre muy particular a la que llamó Wardenclyffe. Un portento energético aún irreproducible, con el que el 30 de Junio de 1908 activó un portal interdimensional  que abrió en ese tiempo y lugar del espacio un Pulso de Energía Codificada – una especie de paquete que contiene toda la materia, su información y su acción, en forma de partículas codificadas, que al abrirse tomarán sustento en el  Espíritu de Dios – y serán una realidad, una entidad física, como por ejemplo un universo.
Esta apertura provocó la deflagración más devastadora de la era moderna con una potencia equivalente a 1500 bombas atómicas. Satanás fue arrojado así a la tierra, sin posibilidades de volver al cielo espiritual.
Nuestro planeta, es una especie de cárcel espacio temporal, diseñada para albergar la creación de especies bio temporales.  A él, fue transferido y confinado Adán en la post-rebelión, aquí  fueron confinados los hijos de Dios que desobedecieron sus órdenes, aquí fueron transferidas creaciones celestiales que se rebelaron al creador, y aquí en 1908 fue Arrojado Satán y sus ángeles.
Esta creación poliforme entró en la atmosfera de la tierra y se distribuyó con sus transportadores en diversos lugares del planeta, sabían que su estada era temporal, y que deberían luchar nuevamente. Pero esta vez no estarían solos, tendrían miles de millones de esclavos luchando junto a ellos cuando esta guerra se iniciara.
El príncipe regidor de esta raza ya había estado antes en contacto con nuestros lejanos antepasados, cuando habitaba en Edén, un lugar de similares características a las de la tierra pero en donde el tiempo el espacio y la materia no existen como tales.
Satanás, fue el causante de que nuestra  raza desobedeciera ciertas reglas establecidas por Dios y fuera transferida a este espacio. El y sus súbditos visitaron durante mucho tiempo la tierra, tomando mujeres y concibiendo los gigantes de la antigüedad, al comienzo de nuestra era cristiana le fue impedido llegar a la tierra pero su imperio se mantuvo de manos de sus potestades locales que huían de la ira de Dios desde el principio.
Así al ser derrotado por el ejército del Arcangel Miguel, fue arojado a la tierra con sus ángeles en 1908, así se encontró nuevamente con un grupo sobreviviente al diluvio, sus súbditos que vivían junto a nosotros le habían esperado durante miles de años, sin siquiera haber envejecido un día. Sin mucho esfuerzo adaptaron a algunos de sus congéneres a las características terrestres, para mimetizarlos y comenzar su misión de iniciar al hombre en el conocimiento y preparar una raza docil a sus órdenes y alejada de mitos y fábulas como las relatadas en la Biblia.

Pero también desde ese momento y en forma cotidiana la tierra estuvo custodiada por seres de características muy distintas a las humanas y a la de los seres que habían arribado. Estos guardias hacia mucho tiempo no les visitaban. Su última visita había ocurrido 2000 años antes, cuando vinieron acompañando a su Rey que vencía a la misma muerte desde su estado humano y hoy volvían para esperar la última batalla.



[1] Apocalipsis 12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; (8) pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. (9) Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Dicc./ Prevalecer:  Continuar existiendo una cosa no material




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